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“La Gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados, ya sea para absorber mejor algunos conocimientos, mejorar alguna habilidad, o bien recompensar acciones concretas, entre otros muchos objetivos”. Esto es lo primero que me salió cuando puse ese raro término en Google.

Así fue que entendí la invitación que me hiciera mi querida y admirada Mariana Pagés para que hiciéramos un webinar y hablar sobre mi experiencia con la “gamificación” ya que para ella soy un experto “gamificando”.

Y el webinar se realizó.

Lo primero que aclaré que la práctica de introducir dinámicas y juegos en procesos de aprendizaje de adultos y en reuniones de trabajo no es nada nuevo, de hecho, lo he practicado por más de 30 años. Lo que si es nuevo es el término.

Lo que me gustó muchísimo del webinar con Mariana es que me permitió mostrar los CUATRO principios que por años hemos usado en FORJA Consultores y que hemos afinado a lo largo de tantos años. Vale decir que en mi equipo de trabajo siempre tuve profesionales especialistas en Dinámicas de Grupos y Guías de Campamentos de Verano que contaban con amplia experiencia en juegos y actividades divertidas. Junto a su trabajo, el cual consistía en ser provocadores que “movían el piso”, se complementaba con la profundidad de contenido teórico y conceptual.

En este escrito pretendo mostrar el proceso metodológico y los cuatro principios.

Para nuestras formaciones y reuniones extramuros tenemos preferencias por los espacios abiertos y al aire libre, sin embargo, nos la arreglamos muy bien en salones cerrados. Lo mejor de todo es que hemos logrado traer toda esta experiencia acumulada a las formaciones OnLine con resultados altamente satisfactorios.

El proceso comienza con provocar al grupo con una dinámica o juego que los pusiera en actividad. Deben conversar para resolver la situación. El segundo paso de la metodología consiste en procesar lo que pasó. Después de reflexionar cómo vivimos la experiencia se produce un momento de “toma de consciencia”, es decir, ¿qué tiene que ver conmigo y con mi accionar en el día a día?. Finalmente, lo ideal es que se genere un compromiso de acción distinto a partir de lo descubierto.

En resumen: 1.- Dinámica Experiencial 2.- Reflexión 3.- Toma de conciencia 4.- Compromiso de acción.

En cuanto a los principios también son cuatro.

El aprendizaje es una decisión personal. Nadie puede obligar a nadie a aprender ni a cambiar. Eso sucede siempre después de una decisión propia. El rol del facilitador es crear las condiciones necesarias para que el adulto participante se integre a la experiencia. Si después de participar no se quedó con ninguna reflexión válida, no nos inquieta, algo florecerá en su momento.

El aprendizaje es producto de una creación colectiva del conocimiento. Nadie sabe más que otros. Todos sabemos cosas distintas. El desafío es juntar voluntades para enriquecer la experiencia.

Aprende el que está activo. Por lo tanto, el facilitador de la reunión debe provocar que la audiencia participe y se entregue. El facilitador no es el centro, es el medio.

Finalmente, la forma más seria de aprender es jugando. Y es que el aprendizaje es tan serio que no tiene que ser aburrido. Es un error darle tanto carácter académico al proceso de aprendizaje de adultos. Hay que saber jugar, ponerle humor, crear ambientes lúdicos y relajados para que se produzca la magia.

Cada uno de estos principios daría para un escrito por separado. Pero como este espacio es solo una provocación más, te dejo pensando.

Para cerrar, recuerda que todo facilitador grupal busca la expansión de las capacidades del adulto participante. Por lo tanto, es un acto de dedicación, entrega y amor. Se dice fácil, y para ponértelo más fácil, comparto contigo mi mejor definición de amor… lo cual daría para otro escrito: Amor no es otra cosa que invertir en mí (amor propio) para constituirme en una plataforma sólida, fuerte y confiable para que cada persona cuando entre en contacto conmigo, y gracias a que entró en contacto conmigo, pueda ser lo que quiera ser.

Amor es una SER posibilidad para que el otro expanda su capacidad de acción y despliegue todos sus talentos y capacidades para ser feliz. Resumidamente, es decirle “úsame” para tu bien. Yo estoy preparado para que tú seas el mejor tú sin que eso me amenace. Lo que yo soy puede vivir con lo que tú decidas ser. Yo soy yo y estoy bien.

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Sabes que los respondo todos.