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Anita viene para decirme que en su hora de almuerzo Julián se le acercó para preguntarle ¿Qué puedo hacer para ser rico? ¿Qué puedo hacer para ganar más dinero?. Anita con su mejor disposición le dice: “Trabajar mucho”. A lo que él le responde: “Trabajo 60 horas a la semana aquí en la tienda (10 horas por 6 días), y además hago algo extra con Uber, ya no puedo trabajar más, aún así no logro salir de mis deudas”. Anita se quedó sin palabras.

Anita se dio cuenta que su repuesta fue ingenua. Trabajar más y duro no era el secreto. Julián lo estaba haciendo. Ahora era ella la que tenía la inquietud de Julián. ¿Cuál es el secreto Eduardo?… Me encanta la curiosidad de Anita.

Nos han vendido dos ideas insuficientes para tener éxito en la vida. Una de ellas es la de trabajar mucho. La otra, haz el trabajo que amas. Con respecto a la segunda no me voy a detener mucho, sólo me adelantaré a mencionar lo que dice Jim Collins: “Además de amar lo que haces, debes ser el mejor y conseguir que te paguen bien por ello”. Esto será motivo de otro escrito, por ahora me dedicaré a la falsedad de trabajar mucho como condición para tener mucho dinero. Si eso fuera cierto, un obrero de la construcción, esos que echan pico y pala todo el día, debería andar en un Mercedes Benz.

Mi respuesta para Anita fue la siguiente: Para hacerse rico hay que montar tu empresa o tener tu negocio propio. Es prácticamente imposible hacerse rico siendo empleado, aunque hay sus excepciones a las que me referiré más adelante.

La única forma en que trabajar mucho te haga rico se logra emprendiendo un negocio con visión de futuro, que te lances a correr riesgos y le pongas todas la ganas, las energías posibles y un poco más (Me refiero a actividades lícitas). Y aún así, muchos negocios y empresas mueren al inicio.

La otra forma de hacerse rico es siendo empleado… peeeeeeeero no cualquier empleado. Y aquí es donde quiero centrar el resto del escrito. Si quieres ser rico siendo empleado, presta atención entonces.

Jamás progresarás si perteneces a alguno de estos dos tipos de empleados que menciona Cyrus Curtis: “Hay dos clases de hombres que nunca alcanzarán grandes éxitos: Aquellos que no pueden hacer lo que se les manda y aquellos que no pueden hacer sino lo que se les manda”. Es decir, no progresarás siendo uno más del montón.

De ahí se desprende que debes ser diferente ¿haciendo qué?. Primero que nada, revisando muy bien tu estructura de pensamiento ¿Eres conformista o tienes aspiraciones elevadas? Es decir, tenemos que poner en duda muchas de nuestras creencias.

Luego, toma nota de estas recomendaciones:

– Debes ser visible para los dueños de la empresa. Sólo ellos pueden influir en tu progreso. No es suficiente que te vean tus jefes directos. Ellos más bien te pueden considerar una amenaza. Hazte ver por los dueños del negocio o sus apoderados que pueden influir positivamente en tu desarrollo.

– Piensa y actúa como si fueras el dueño. Busca dónde hayan fugas y desperdicios. Busca dónde hayan pérdidas. Busca dónde se pueda ahorrar esfuerzo, tiempo, recursos, dinero. Busca saber y entender todo el negocio.

– Aprovecha cada contacto que tengas con los dueños para conversar sobre el negocio. Muéstrales tus ideas. Muéstrales cómo se pueden generar más ingresos y reducir los desperdicios. Muéstrales que has estudiado ideas con nuevos proveedores y captación de clientes potenciales. Muéstrales qué harías diferente si tuvieras el control.

– El pensamiento emprendedor y estratégico es también posible siendo empleado pero no funciona si tienes mente de empleado. Asegúrate de estar agregando valor y creando riqueza. Eso es tener pensamiento de dueño.

– En una ocasión un excelente profesional me solicitó trabajo en FORJA Consultores, yo le dije que no tenía empleos para ofrecer. Él me replicó diciendo que él no quería “empleo”, él quería “trabajo”. En pocas palabras me dijo que él quería ganar mucho dinero haciéndome ganar dinero. Él no quería ser una carga (empleado), él quería usar el prestigio de la empresa para incrementar la productividad y ganancia. De inmediato le abrí las puertas y se puso a trabajar. En resumen, no seas una carga. Genera ganancia.

– Una recomendación final, por los momentos, enfócate sólo en ese propósito. Deja de lado el Plan B. El único Plan B es darlo todo por el Plan A. Eso hacen los empresarios exitosos.

Esto da para mucho más, pero está bueno por ahora. Espero que esta inquietud de Anita y Julián te estén dando pista para encaminar tu andar y hacer de tu presente y futuro mucho más próspero.

Cierro con este viejo relato.
Pedro lleva mucho tiempo trabajando fielmente en la empresa pero Antonio con poco tiempo en el empleo fue rápidamente promovido. Pedro acudió al Gerente para manifestar su incomodidad. Éste lo atendió y le pidió antes de tratar el tema que averiguara si en la frutería de la esquina habían naranjas. Pedro fue y le trajo la respuesta positiva. Qué bueno que hay naranjas, expresó el Gerente, y ¿a qué precio están Pedro? No pregunté, respondió Pedro. Inmediatamente el Gerente toma el teléfono y le hace la misma petición a Antonio: Averigua si en la frutería de la esquina hay naranjas. A los minutos llega Antonio a la oficina del Gerente y Pedro estaba ahí sentado observando. El Gerente le pregunta a Antonio si habían naranjas y Antonio le responde: Si hay naranjas, las hay de jugo y las hay del tipo california. El precio varía si es por docena o por saco. La docena está en 1.50 $. Si es por saco baja a 1.20$. Tienen solo 2 sacos en existencia pero pueden conseguirnos los sacos que sean necesarios en dos días. El Gerente le agradece a Antonio y se queda con Pedro. Dime ¿Cuál era tu pregunta?. Pedro se retiró en silencio.

Ahora te toca a ti. Deja tu comentario y yo mismo te lo respondo.