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Como muestra de lo equivocados que estamos ante las posibilidades de la evolución de la sociedad y la modernidad tecnológica, se ha usado mucho las declaraciones de quien fuera el Comisionado de la Oficina de Patentes Norteamericana, Charles Duell, quien para finales del siglo XIX proclamó que “Todo lo que podía ser inventado ya ha sido inventado“, y por lo tanto él sugería cerrar la Oficina. Ya no había más nada que patentar.También se han hecho muchas referencias al reverendo Milton Wright, obispo protestante de la Iglesia Unidad Fraterna en Iowa, quien tenía una particular visión de lo que le esperaba a la Humanidad en el siglo XX. En una entrevista con el rector de una universidad de la costa oeste de Estados Unidos dejó perlas como estas:-¿El mundo se va a acabar?
-Sí, estoy convencido de ello. El fin no puede tardar en llegar porque, si analizamos bien las cosas, ya se ha descubierto todo lo que había que descubrir. Ya el hombre ha inventado todo lo que podía inventar. Eso es señal de que el mundo llega a su fin.Hoy sabemos que sus visiones eran limitadas y largamente equivocadas. El mundo ha evolucionado tanto que tan solo hace 5 años no imaginábamos muchas de las cosas que hoy estamos viviendo.Lo que es aún más impactante, es saber que ya hoy está inventado el futuro. Sí, ya hoy está inventado lo que usaremos en el futuro solo que no estamos aún en condiciones de entenderlo y mucho menos de usarlo. Claro está que hay un tema de costos de producción y de la necesaria recuperación de las inversiones en la tecnología actual.

Pero sacando lo económico, nuestra mente conservadora no está lista para asimilar hoy el futuro.

Aún conviven en nosotros maneras anticuadas de operar con modernismos que no sabemos explotar. Dígame usted amigo lector si sabe sacarle todo el provecho a su teléfono celular. Muchos tenemos aparatos sofisticados para usos básicos. Tenemos un “Ferrari” que usamos con pedales.

La competitividad seguirá estando del lado de los audaces y curiosos. Esas personas que hurgan en sus “aparatos” para extraer eficiencia. La curiosidad es y será más importante que la inteligencia. Y esa curiosidad nos simplifica la complejidad. Avanzar rápido con el mínimo esfuerzo y desgaste.

Necesitamos abrir nuestra mente curiosa para capturar esos aceleradores que la tecnología nos ofrece y el mundo de oportunidades que se muestran en ese futuro que ya está inventado.

Aprender y Aprender… no queda otra manera.

Para que tengas una idea de lo ya inventado, te invito a que veas este video. Te sorprenderás.
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